Soluciones | Incontinencia urinaria

Tratamiento para la incontinencia

Existen diferentes tratamientos y terapias para combatir las pérdidas de orina, según el tipo de incontinencia urinaria.

Doctora mostrando maqueta del sistema urinario

Tratamientos para la incontinencia

¿Qué opciones existen de tratamiento y terapias para la incontinencia?

Además del tabú que rodea al tema de la incontinencia, existe otro obstáculo a la hora de tratar la incontinencia urinaria. La creencia de que no se puede hacer nada al respecto sigue estando muy extendida. Pero eso no es del todo cierto: entre el 80 y el 90% de las personas que sufren incontinencia se sienten mucho mejor tras una terapia prescrita por un médico.


Así que anímate y habla con tu médico de cabecera sobre tus síntomas. Una vez detectado el tipo de incontinencia, en función de las causas, síntomas y gravedad, podrás empezar con el tratamiento óptimo.


Además de las medidas de tratamiento recomendadas por tu médico, te mostramos todo el abanico de posibilidades que te ayudarán a llevar una vida activa y autodeterminada

Terapia conductual: controlar mejor las ganas de orinar con el entrenamiento de la vejiga y el baño

Aunque parezca increíble, puedes "acostumbrarte" a que tu vejiga se vacíe a ciertas horas. Al vaciar la vejiga a horas fijas con determinados intervalos, se adapta a este ritmo exacto y "olvida" las ganas entre esas horas.


Si el médico recomienda el entrenamiento de la vejiga, también llamado uroterapia, como terapia, las visitas al baño se documentan al principio, en el llamado diario de micción o de la vejiga. Anota la frecuencia con la que vas al baño, la cantidad de orina que expulsas y la cantidad de líquido que bebes. Anota también las situaciones en las que se producen los "accidentes". Después, es importante acostumbrar a la vejiga a un ritmo fijo. Esto significa que los intervalos deben ser lo más constantes posible a lo largo del día.


Si consigues respetar los horarios establecidos a pesar de las ganas de orinar, descubrirás que puedes aumentar gradualmente los intervalos entre las visitas programadas al baño (1).


Puede ser útil que sepas que las ganas de orinar prácticamente nunca duran más de cinco minutos (1). Si superas estos minutos, habrás ganado la "batalla". Y una cosa más: siempre debes ir al baño a las horas que has fijado, aunque no "tengas que hacerlo".

Fisioterapia: Entrenamiento del suelo pélvico y electroestimulación para fortalecer los músculos del suelo pélvico.

También puedes conseguir mucho con un entrenamiento específico para fortalecer la musculatura del suelo pélvico. Esto se debe a que es enormemente importante para el poder de cierre de la vejiga. Es especialmente útildurante el embarazo, pero también antes o después. Durante el entrenamiento, se fortalecen los músculos del suelo pélvico y también se pueden reconstruir las estructuras musculares dañadas. Además, al poco tiempo sentirás tu suelo pélvico y podrás tensarlo conscientemente cuando tengas una fuerte necesidad de orinar. Lo mejor es practicar primero bajo la dirección de un profesional, por ejemplo, de un fisioterapeuta. No es fácil "sentir" y entrenar los músculos adecuados al principio.

Electroestimulación y biorretroalimentación

Dado que los músculos del suelo pélvico no son fáciles de entrenar, especialmente al principio, se puede utilizar la biorretroalimentación o la estimulación eléctrica como apoyo:


La biorretroalimentación
te ayuda a percibir mejor tus funciones corporales. Una pequeña sonda transmite las mediciones a un ordenador. Esto indica, por ejemplo, si estás ejercitando los músculos correctos del suelo pélvico (2).


Los llamados conos vaginales son adecuados para la electroestimulación. Seintroducen estas pequeñas pesas en forma de supositorio en la vagina y se mantienen allí durante unos minutos tensando el suelo pélvico (3).


Los fisioterapeutas o los médicos de cabecera también pueden aconsejarte al respecto.

Tratamiento farmacológico: medicamentos de alivio y apoyo

El hecho es que no existen medicamentos que puedan curar la incontinencia, tanto en mujeres como en hombres. Sin embargo, en el caso de la incontinencia de urgencia leve, los síntomas pueden aliviarse sin duda con medicación .

Hay toda una serie de medicamentos y sustancias activas que se pueden considerar. Al igual que una infección del tracto urinario se trata con antibióticos, lossíntomas de la incontinencia urinaria (por ejemplo, una necesidad agónica de orinar) también pueden mejorar con ellos.

Los anticolinérgicos forman parte del tratamiento farmacológico estándar para la incontinencia de urgencia o la vejiga hiperactiva. Se utilizan para aliviar las ganas constantes de orinar y la micción frecuente (5).

Ten en cuenta que todos los medicamentos en cuestión tienen efectos secundarios. Por lo tanto, es esencial consultar su ingesta y la dosis individual con el médico.

Aquí puedes encontrar información detallada sobre el tratamiento de la incontinencia urinaria con medicamentos para hombres y mujeres. 

Psicoterapia: El bienestar del alma también puede ayudar

Todos conocemos la necesidad urgente de ir al baño cuando estamos muy excitados (por ejemplo, antes de los exámenes). Y también hay formas de incontinencia de origen psicológico: el nerviosismo, el estrés o la ansiedad, por ejemplo, pueden desencadenar problemas de incontinencia urinaria.


Además, la incontinencia urinaria también genera una enorme presión y malestar emocional. Este estrés psicológico resultante de la incontinencia favorece a su vez la aparición de problemas de pérdidas de orina. Los enfoques psicoterapéuticos o las técnicas de relajación pueden ayudar a romper este círculo vicioso.


Sin embargo, las opciones concretas de tratamiento que existen, por ejemplo, en el caso de una vejiga irritable típica, sólo pueden aclararse durante una consulta inicial con un psicólogo especializado.


Tratamiento quirúrgico: Las formas graves de incontinencia pueden ser operables.

Si se han agotado los métodos habituales de tratamiento conservador, se puede considerar la posibilidad de una intervención quirúrgica tras consultar con un médico. Las siguientes intervenciones quirúrgicas son posibles en relación con la incontinencia grave:

  • Cabestrillo pubovaginal o suburetral
  • Cirugía de próstata
  • Colposuspensión

En el caso de un prolapso de útero, por ejemplo, se tensan los músculos del suelo pélvico y se inserta la llamada malla o cabestrillo  para reforzar el perineo

Si la uretra de un hombre está obstruida por la próstata, se puede extirpar quirúrgicamente. Sin embargo, la operación en sí misma también conlleva el riesgo de incontinencia después del procedimiento, ya que en algunos casos se lesiona el músculo del esfínter.


Las opciones quirúrgicas también abarcan desde las plásticas de cabestrillo, con cuya ayuda se puede restablecer la anatomía normal del suelo pélvico o de la vejiga, hasta la llamada colposuspensión, que garantiza que la uretra no se hunda demasiado.


Lo siguiente se aplica a todos los métodos quirúrgicos: sólo encontrarás la terapia más adecuada para ti en una consulta de confianza con tu médico. Todas las operaciones implican también riesgos y deben ser consideradas a fondo.

Terapia de la enfermedad causante: hay muchas razones para la incontinencia

Hay muchas causas de incontinencia urinaria y, en consecuencia, muchas formas y opciones de tratamiento. La incontinencia se produce como resultado de otra enfermedad subyacente. No se trata de una enfermedad en sí misma, sino de un síntoma: por ejemplo, de una enfermedad del sistema nervioso, un agrandamiento benigno o maligno de la próstata o una enfermedad metabólica.


Para muchas causas, como la reducción del útero y el agrandamiento de la próstata, o los cálculos en la vejiga y las infecciones del tracto urinario, las posibilidades de curar completamente la incontinencia urinaria son buenas.

Terapia con hierbas: ayuda de la naturaleza

Los remedios caseros naturales también pueden resultar útiles para la incontinencia urinaria leve, especialmente porque los efectos secundarios están más o menos descartados, pero siempre y cuando se consulte previamente con un médico.


Beber infusiones, por ejemplo, puede contribuir al bienestar de los afectados. Muchas personas con incontinencia urinaria también encuentran beneficioso el zumo de arándanos
. El efecto calmante y antiespasmódico de las hierbas medicinales puede ayudar a armonizar la actividad de la vejiga.

Productos para la incontinencia: la gama de productos es amplia

Aunque la incontinencia urinaria no es completamente curable en muchos casos, hay una serie de ayudas para la incontinencia que permiten llevar una vida activa y de calidad. Ofrecen una protección discreta y agradable para la piel en caso de pérdidas de orina y evitan los malos olores. La gama abarca diferentes tipos de protectores, compresas y absorbentes. Desde Lindor® ofrecemos muestras gratuitas de nuestros productos para que puedas descubrir en primera persona los qué mejor encajan contigo.


Aquí puedes encontrar más información sobre los diferentes productos para la incontinencia que están disponibles.

Un estilo de vida saludable para una vejiga sana

Existen ciertos factores de riesgo que favorecen o agravan la incontinencia. Muchos de ellos están bajo tu control. Esto significa que puedes prevenir la incontinencia o aliviar sus síntomas.

Una dieta sanadebe ser rica en fibra (pan integral, por ejemplo, o legumbres) e incluir 5 raciones de fruta y verdura cada día. Esto también incluye la ingesta regular y suficiente de líquidos. Muchas de las personas que sufren incontinencia urinaria piensan: "Si bebo menos, tendré que ir menos al baño". Pero esto no es cierto. Porque beber generalmente favorece la función renal. Con menos líquido, la orina es más concentrada y puede irritar aún más la vejiga (6). Lo ideal es beber agua sin gas, frutas e infusiones suaves. En este contexto, también es importante saber que hay bebidas que son diuréticas. Por lo tanto, es mejor evitar el café, el té o las bebidas alcohólicas.


El sobrepeso como factor de riesgo

Otro factor de riesgo importante para la incontinencia está relacionado con la obesidad y el sobrepeso. Esto se debe a que la grasa abdominal ejerce una presión sobre el suelo pélvico y la vejiga.


Por tanto, si consigues reducir tu peso, tendrás más posibilidades de controlar la incontinencia urinaria. Para perder peso de forma suave y aliviar los síntomas,el ejercicio y el deporte pueden ayudar. Un programa de ejercicios equilibrado debe incluir entrenamiento de fuerza para mejorar el sistema muscular, entrenamiento de resistencia para fortalecer el sistema cardiovascular y ejercicios de equilibrio y estiramiento para aumentar la flexibilidad general. Muchos deportes como la natación, el ciclismo, el yoga o el pilates también fortalecen el suelo pélvico de forma natural.


En el caso de la incontinencia leve, los síntomas pueden aliviarse con un estilo de vida saludable.


Encuentra el tratamiento adecuado

Ya sea por prevención, terapia concreta o ayudas: la incontinencia urinaria no tiene por qué afectar negativamente a tu vida cotidiana. Tomando las medidas y terapias necesarias -y como puedes ver, las posibilidades son muchas- puedes llevar una vida sin preocupaciones. El médico de confianza te ayudará a encontrar la solución perfecta para ti.