Mujeres | Incontinencia urinaria

Quemazón, picazón íntima y fugas vaginales: Toda la falla del pH

El picor íntimo y el flujo vaginal son los principales síntomas de la vaginitis. Te dejamos por aquí una serie de consejos y diagnósticos que te ayudaran a prevenirla y tratarla correctamente

Mujer incómoda ya que sufre de picazón y ardores en su zona vaginal

Una de las principales causas de la vaginitis es la alteración del pH vaginal: el pH es un indicador de acidez, con valores entre 0 y 14, donde 0 representa un ácido fuerte y 14 una base fuerte; se dice que un pH en torno a 7 es neutro.

Fisiológicamente, el pH vaginal se sitúa en torno a 4,5 durante la fertilidad, por lo que tiende a ser ácido; esta condición ácida hace de la vagina un entorno desfavorable para la proliferación de bacterias y otros microorganismos patógenos.

En la infancia y en la menopausia,
cuando los niveles de estrógenos son muy bajos, el pH vaginal es más bien neutro y ronda valores como 6. 5 - 7; esta condición hace que se sea más susceptible al desarrollo de vaginitis, que se manifiesta con síntomas como ardor, picazón íntima y flujo vaginal que va de blanquecino (típico de cándida) a verde (en el caso de una infección por tricomonas) o amarillo (si el patógeno es una bacteria).

Muy a menudo el proceso inflamatorio afecta también a los genitales externos; se habla en este caso de vulvovaginitis.

 

Consejos para prevenir la vaginitis y la vulvovaginitis

Una de las principales causas de la vulvovaginitis es la higiene íntima realizada de forma incorrecta, con demasiada frecuencia y con detergentes inadecuados, que pueden alterar el pH vaginal.

La higiene íntima debe realizarse con detergentes específicos con un pH entre 3. 5 a 5,5 que no alteren el pH fisiológico de la vagina.

Si la higiene se realiza con demasiada frecuencia, las duchas vaginales frecuentes pueden dañar la flora bacteriana normal presente en la vagina y alterar su pH, predisponiendo así a infecciones e irritaciones.

La higiene íntima debe realizarse limpiando las zonas íntimas desde delante hacia atrás y no al revés, ya que se corre el riesgo de llevar las bacterias de la zona anal a la vagina y la uretra.

También es muy importante secar bien las zonas íntimas para evitar el estancamiento de humedad que favorece la proliferación de bacterias y hongos.

Hay que cambiar a menudo los tampones vaginales utilizados para el sangrado menstrual y evitar usarlos durante la noche y favorecer la ropa interior de algodón, evitando la sintética.

Diagnóstico y tratamiento


El diagnóstico de la vaginitis y la vulvovaginitis lo realiza generalmente el ginecólogo, que basa su diagnóstico en los síntomas, las secreciones vaginales y el aspecto de la mucosa vulvovaginal.

En algunos casos puede ser necesario realizar un frotis vaginal para identificar el microorganismo responsable de la vaginitis.

El tratamiento médico consiste en el uso de antibióticos y antimicóticos locales y sistémicos, dependiendo del microorganismo responsable de la infección.
Una vez tratada, la vulvovaginitis puede reaparecer si no se corrigen los factores que favorecieron su aparición


Veroval pH Vaginal

Veroval pH Vaginal es una prueba que permite evaluar el grado de acidez del pH vaginal en la comodidad de tu propio hogar.

Es una prueba rápida y sencilla que se realiza tomando una muestra de flujo vaginal.

Se recomienda para cualquier persona que experimente molestias íntimas como picor, ardor y flujo vaginal abundante y/o maloliente de color amarillo, blanquecino o verde, y para controlar la eficacia de cualquier tratamiento.