Micción frecuente en hombres

¿Cuándo se sufre de micción frecuente en hombres?

Para entender mejor qué es la micción frecuente en hombres, es esencial establecer primero qué se considera normal. Esta información es la clave para identificar cuándo debemos prestar atención a nuestras visitas al baño.

Valores de micción normal en hombres

Si bien cada cuerpo es único, el promedio de micciones diarias se encuentra entre 4 y 8 veces. Sin embargo, influyen diferentes factores en esta frecuencia:

• La cantidad de líquidos ingeridos: normalmente, con una mayor ingesta de líquidos, se producirá un aumento de la cantidad de micciones durante el día.
• Líquidos en las comidas: alimentos como caldos, cremas o gazpachos aumentan el consumo total de líquidos y, por tanto, pueden incrementar la frecuencia urinaria.
• Consumo de diuréticos naturales: existen determinadas bebidas y alimentos como el café, el té, el alcohol o la comida picante, que pueden estimular la vejiga y ocasionar un incremento en la necesidad de orinar.

Un hombre sano suele aguantar de 3 a 4 horas sin ir al baño. En caso de no ser así, y si te encuentras teniendo que ir a orinar con una frecuencia mucho mayor a lo largo del día, es importante que sepas que existen cambios de hábitos que se pueden implementar para mejorar esta situación, y que mencionaremos más adelante en este artículo.

Sin embargo, si aún no mejoran los síntomas, lo mejor y más recomendable es acudir a un profesional para encontrar la solución más adecuada.

Causas de micción frecuente en hombres

Existen múltiples causas que pueden estar detrás de la micción frecuente, por lo que es importante identificar cuál es la causa del problemapara encontrar la solución y tratamiento adecuados:

• La Hiperplasia benigna de próstata: es la causa principal de micción frecuente en hombres, especialmente a medida que avanza la edad, debido a que la próstata se agranda con el envejecimiento. Este agradamiento puede ejercer presión sobre la uretra, complicando el vaciado completo de la vejiga y aumentando así la necesidad constante de orinar.
• Infección de la vejiga o de las vías urinarias: cuando existe un proceso infeccioso, la vejiga se irrita y provoca una urgencia constante de orinar, aun cuando la vejiga no se encuentra llena.
• Vejiga hiperactiva: ocurre cuando el cerebro indica en exceso a la vejiga que debe vaciarse, aunque esta no esté llena, por lo que aumenta el número de veces de ir al baño.
• Síndrome de vejiga dolorosa, también conocido como cistitis intersticial: se trata de una afección crónica en la que sus principales síntomas son la presión y el dolor en la vejiga. Quienes la padecen sienten que la vejiga está llena debido a la presión y presentan la necesidad de orinar con más frecuencia. En estos casos, el paciente siente dolor al orinar. 
• Diabetes de tipo 1 o 2: debido al exceso de azúcar en sangre, los riñones tienen que trabajar más para filtrar, diluir y eliminar la glucosa, lo que lleva a una mayor producción de orina.
• Consumir muchas bebidas con cafeína o teína: al ser sustancias diuréticas aumentan la producción de orina.
• Consumir mucho alcohol: también es una sustancia diurética, por lo que un consumo excesivo aumenta también la producción de orina.
• Consumir alimentos picantes: el exceso de picante irrita la vejiga, y esto provoca una mayor frecuencia de micción.
• Estrés y ansiedad: las emociones también afectan directamente a la hora de generar más ganas de orinar, especialmente por la noche

¿Cómo combatir la micción frecuente en hombres?

La estrategia para combatir la micción frecuente dependerá de sus causas, pudiendo variar desde cambios en el estilo de vida hasta la incorporación de tratamientos médicos personalizados

Combatir la micción frecuente a través de los hábitos

En los casos en que la micción frecuente no se debe a una enfermedad, se pueden realizar cambios de hábitos para mejorarla. Estas son algunas recomendaciones según la causa:

• En caso de sufrir de vejiga hiperactiva, es necesario asegurarse de que se micciona solo en los casos en que es realmente necesario y no antes de que la vejiga esté llena, evitando ir al baño “por si acaso”. Además, se puede llevar un control de las veces que se va al baño y preguntarse a uno mismo si realmente se necesita ir ya, o bien si puede aguantar más.
• Reducir el consumo de alcohol, principalmente antes de irse a dormir, ya que provocará que tengamos que levantarnos a mitad de la noche y eso influirá negativamente en el descanso.
• Controlar el consumo de cafeína y teína, reduciendo el consumo de cafés y tés si sufrimos de micción frecuente.
• Vigilar nuestra alimentación y evitar los alimentos picantes que puedan irritar la vejiga.
• Gestionar correctamente el estrés y la ansiedad, a través de técnicas como el mindfulness, practicar ejercicio de forma regular y dormir las horas necesarias para un correcto descanso.

Tratamiento para la micción frecuente

Si los cambios de hábitos no son suficientes o si la micción frecuente es síntoma de otra enfermedad, será necesario acudir a un especialista para seguir el tratamiento adecuado. Estos son los tratamientos más frecuentes:

• En casos de hiperplasia benigna de próstata, el especialista podrá recomendar bien un tratamiento médico o la cirugía, según el caso.
• Con la infección bacteriana, el tratamiento estará centrado en la administración de antibióticos.
• En caso de diabetes, la persona deberá seguir el tratamiento pautado y controlar los niveles de azúcar en sangre. 
• En el caso de la vejiga hiperactiva, si los ajustes en el estilo de vida que hemos mencionado anteriormente no son suficiente, se pueden prescribir medicamentos antiespasmódicos (para prevenir o interrumpir las contracciones involuntarias) para relajar la vejiga y reducir así la urgencia urinaria.

En resumen, el camino hacia el alivio de la micción frecuente en hombres puede ser tan sencillo como ajustar algunos hábitos o más complejo como necesitar una intervención médica.

Sin embargo, lo fundamental es saber interpretar las señales de tu propio cuerpo y buscar ayuda cuando sea necesario, ya que, gracias a la prevención y el tratamiento adecuado, tu calidad de vida puede mejorar significativamente.