Roturas | Lesiones deportivas

Cómo curar una rotura fibrilar

Ya hemos hablado en otro artículo sobre la rotura fibrilar, una de las lesiones deportivas más frecuentes. En ese artículo también os contamos cuáles son los músculos más propensos a sufrir estos desgarros o roturas, así como los ejercicios más recomendables para cada fase de recuperación de esta lesiónPero en esta ocasión nos centraremos en cómo curar una rotura fibrilar.

Deportista nota dolor muscular en la pantorrilla

Consejos para curar una rotura fibrilar

Antes de comenzar a explicar cómo podemos ayudar a curar una rotura, vamos a recordar en qué consiste exactamente esta lesión.


Se trata de una rotura, distensión o desgarro de un cierto número de fibras musculares, normalmente causado por un sobreesfuerzo muscular, un estiramiento demasiado forzado o una contracción brusca y violenta.


Tiene como consecuencia la incapacidad funcional del músculo debido al dolor intenso, ya que las roturas fibrilares suelen producirse muy cerca de la unión entre el músculo y el tendón, que es la región más débil de la cadena hueso-tendón-músculo.

 

Prevención de la lesión

No existe mejor tratamiento que la prevención, así que aquí te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte a evitar una rotura de las fibras musculares durante la práctica deportiva:


  • Realizar un calentamiento adecuado antes del ejercicio físico.
  • Realizar estiramientos musculares.
  • Evitar el sobreesfuerzo muscular.
  • Aplicación de calor para facilitar la circulación de la sangre y propiedades elásticas del músculo.

Tratamiento de una rotura fibrilar

Si la lesión ya se ha producido, se puede curar a través de la combinación de distintos tratamientos:


Reposo y/o inmovilización

Aunque creas que el dolor no es tan intenso como para interrumpir la práctica deportiva, es necesario detener el movimiento de la zona lesionada y no seguir ejercitándola para permitir que descanse y se recupere correctamente.

En el caso de que la rotura sea muy grave, es posible que el profesional que esté vigilando tu lesión recomiende directamente la inmovilización de la zona para evitar consecuencias mayores.


Elevación del miembro y zona afectada

Durante las primeras 48-72 horas, es recomendable elevar la extremidad lesionada por encima del nivel del corazón para ayudar a drenar y por lo tanto a reducir la inflamación.


Crioterapia

La crioterapia consiste en la aplicación de frío, que se recomienda durante las primeras 48-72 horas desde la lesión por su efecto analgésico y antiinflamatorio: reduce la inflamación y actúa sobre los receptores nerviosos del dolor, proporcionando un alivio rápido. Además, ayuda a la relajación y recuperación del músculo.


Te recomendamos combinar la aplicación de frío por contacto con DermaPlast® ACTIVE HOT/COLD y el masaje en la zona con frío a través de nuestro COOL GEL.


Termoterapia

Por el contrario, la aplicación de calor o termoterapia es el tratamiento que se recomienda pasadas esas primeras 48-72 horas tras la rotura fibrilar, y hasta que se reanude la actividad deportiva.

Al igual que con la crioterapia, te recomendamos combinar la aplicación de calor por contacto con DermaPlast® ACTIVE HOT/COLD.

 

Vendaje compresivo ligero

En lesiones deportivas como la roturas o desgarros musculares, los vendajes se emplean para evitar que la musculatura lesionada se alargue, que se evita limitando el movimiento de las articulaciones sobre las que actúa el músculo (músculos bi articulares). Además, ejerce compresión sobre el posible futuro hematoma y el posterior edema.

Para realizar este tipo de vendaje compresivo, puedes utilizar SPORT TAPE de DermaPlast® ACTIVE. Aprende cómo colocarlo en este artículo.


Fisioterapia

A menudo es aconsejable combinar cualquier tratamiento de recuperación de una rotura fibrilar con fisioterapia, ya que a través de estiramientos, movilizaciones y masajes el fisioterapeuta profesional te ayudará a recuperar más rápidamente la funcionalidad y movilidad de la zona lesionada.

 

Vuelta al deporte tras una rotura fibrilar

Antes de retomar la práctica deportiva durante la cual se produjo la lesión, queremos recordarte una serie de consejos para volver al deporte de manera saludable, física y mentalmente:


  1. No te culpes de tu lesión.
  2. Ten paciencia, recuperarse de una lesión requiere tiempo.
  3. El tiempo de recuperación no es tiempo perdido, sino invertido en recuperar fuerza y estado anímico.
  4. Aprende de tu lesión e intenta corregir su causa si es que la hay.
  5. Una lesión localizada puede servir para practicar y desarrollar otras habilidades, así como permitirte trabajar otras zonas del cuerpo que no estén afectadas.
  6. Mientras te recuperas disfruta de otras actividades: estar con tu familia y amigos, escuchar música, leer, ver tus series y películas favoritas…
  7. Cuando vuelvas al deporte no lo hagas de golpe, vuelve a tus sesiones de entrenamiento progresivamente.
  8. Confía en el profesional, es tu experto en lesiones.



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